2 ALICANTES: MONTAÑAS Y PALMERAS

Por Antonio Adsuar Saludos amigos lectores, Inicio esta primera entrada de mi nuevo blog, Alicantinismo.com, presentándome. Soy Antonio Adsuar, alicantino de Crevillent, licenciado en historia y doctor en...

Por Antonio Adsuar

Saludos amigos lectores,

Inicio esta primera entrada de mi nuevo blog, Alicantinismo.com, presentándome. Soy Antonio Adsuar, alicantino de Crevillent, licenciado en historia y doctor en filosofía política. Os invito a pasear por esta web para conocerme mejor y a leer el decálogo del #NuevoAlicantinismo, en el que encontraréis los principios básicos en los que se fundamentan esta nueva aventura que hoy inicio.

Alicantinismo.com es una bitácora sobre la identidad, la historia y el futuro de los alicantinos. Comencemos con un poco de geografía, adelante.

La provincia de Alicante existe desde 1833, cuando se realizó la división provincial de Javier de Burgos. Sería por lo tanto un anacronismo hablar de nuestra provincia en la edad media, pero sí podemos aproximarnos a sus condiciones geográficas, que son permanentes, y a la historia de los territorios que hoy la conforman.

A mi modo, de ver una de las distinciones que nos permiten comprender mejor la diversidad del espacio alicantino es aquella que se deriva de los acontecimientos vividos por nuestras comarcas en la época de su reconquista (1239-1305).

Si nos paseamos por estos tiempos pasados observamos claramente que nuestro Alicante se puede comprender mejor dividiéndolo en 2. La zona norte, que quedaría en la parte superior de la línea imaginaria entre Biar y Busot, y que voy a denominar «el Alicante de las montañas» y la zona que quedaría al sur, que he querido llamar «el Alicante de las palmeras» (en otro post haré una aproximación comarcal de la división territorial).

¿Cómo se fueron configurando estos 2 alicantes básicos, el de las palmeras y el de las montañas?, ¿De dónde provienen sus diferencias y elementos comunes?. Podemos articular la compresión de estos espacio acudiendo a factores geográficos e históricos. Veamos.

Jaime II de Aragón

El rey Jaime I, el conquistador, anexionó al territorio valenciano el Alicante de las montañas (de hecho, esta denominación fue acuñada ¡por el mismo! ;))de 1239 a 1245. En estos tiempos remotos las tierras de Al-Ándalus estaban siendo tomadas tanto por la Corona de Castilla como por la Corona de Aragón. Los territorios alicantinos quedaban en «tierra de todos y de nadie» y por lo tanto eran objeto de disputa. Esta característica, como veremos, nos situará ante una tierra de frontera, incierta, oscilante, móvil y diversa.

En 1244, mediante el tratado de Almizrra, Jaime I y el futuro Alfonso X de Castilla establecieron la frontera en la ya citada línea de Biar-Busot. El sur del actual territorio alicantino quedó dentro del reino castellano de Murcia. No obstante, es importante señalar que ante ciertas dificultades que tuvo Alfonso X para controlar definitivamente este reino Jaume I, que era su yerno, tomó con sus tropas en 1266 Murcia, repoblándola de ciudadanos catalano-aragoneses. De nuevo observamos el carácter plural de la zona.

No fue sin embargo hasta 1296 cuando el rey Jaime II anexionó para la Corona de Aragón el «alicante de las palmeras», el actual sur de la provincia. Castilla se encontraba inmersa en una guerra civil y uno de los pretendientes prometió a Jaime II a cambio de su ayuda el reino de Murcia. Este lo tomó en 1300 pero finalmente se impuso el candidato que no había pactado con Jaime II, Fernando IV de Castilla. ¿Quién debía quedarse en reino de Murcia entonces?.

 Línea Biar-Busot en el tratado de Almizrra (1244)

La solución final fue el reparto: Murcia se dividía en dos y las actuales tierras alicantinas del sur quedaron finalmente integradas en el reino de Valencia-Corona de Aragón por la sentencia arbitral de Torrellas de 1304 y el compromiso de Elche de 1305.

Voy concluyendo. ¿De verdad esta pequeña diferencia de unos 50 años en la incorporación al reino de Valencia determina aún actualmente, 700 años después, que estas dos partes de Alicante sean diferentes?. Pues sí…

Y es así porque, además, existe una diferencia geográfica importante y evidente. El Alicante de las montañas es compacto, está formado de valles y altas sierras. Su comunicación con el Alicante de las palmeras ha sido muy difícil hasta hace poco, ha tendido más hacia el norte, hacia Valencia. Por otro lado, el sur de la provincia se articula entorno a una gran llanura que comienza en el campo de la ciudad de Alicante y acaba en el Segura, orientándose más fácilmente hacia Murcia y Castilla por el corredor del Vinalopó.

La división medieval no fue casual, existían motivos estructurales para que se diera. Existen otras diferencias en las que no me centraré hoy: las formas de la lengua valenciana, el clima, las características de los suelos,etc.

Alfonso X de Castilla

Constatar estas diferencias, que por otra parte creo que pueden ser sentidas por cualquiera de nosotros hoy cuando nos movemos por la provincia, no nos debe llevar a pensar que nuestras comarcas están unidas artificialmente o que la vertebración de nuestro espacio político y social no es posible.

Nuestra diversidad, coherente con la propia del marco de una Comunidad Valenciana y una España plurales, ha de ser entendida como una oportunidad y una fortaleza. Comprender las particularidades de estos 2 alicantes nos ayudará a coordinarnos mejor y a generar más fácilmente, desde la complejidad , un horizonte de expectativa común, necesario para el progreso alicantino.

*Referencias: Del Estal, J.M., «Historia de la provincia de Alicante», tomo 3, ed.Mediterráneo, 1985.

Post escrito por Antonio Adsuar

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1 comment

  1. APAA Responder

    Llegida la 1a entrada del blog, felicitacions; el text és clar i senzill. Esperem noves entrades.- APAA