ALICANTE EN LA ENCRUCIJADA: GOBERNACIÓN Y PUERTO EN LA EDAD MODERNA

Por Antonio Adsuar Hola amigos #AlicanteLovers, Ahora que ya hemos podido comprender el contexto hispánico de la edad moderna (1500-1800), que estuvo sin duda marcado por las guerras...

Por Antonio Adsuar

Hola amigos #AlicanteLovers,

Ahora que ya hemos podido comprender el contexto hispánico de la edad moderna (1500-1800), que estuvo sin duda marcado por las guerras imperiales de la monarquía de los Austrias, veamos que iba pasando en casa, en la terreta, mientras Carlos V y sus sucesores se afanaban por crear una monarquía universal, no pudiendo conseguirlo finalmente como vimos.

La Gobernación de Orihuela tenía algunos polos importantes en su territorio: destacaban en él la ciudad de Alicante y su huerta, Orihuela (la capital) y sus terrenos en la Vega Baja y finalmente la ciudad de Elche, que no pertenecía a los territorios de rey sino que era de un señor (era propiedad a la familia Cárdenas).

El puerto de Alicante en el siglo XVII

Comenzaremos analizando la edad moderna de nuestras comarcas hablando de la actual capital, Alicante. Nos centraremos en este primer post en el crecimiento de su puerto, verdadero centro de su vida social y económica. Como ya vimos en la etapa medieval (podéis releer aquí el post si queréis) la urbe del Benacantil había pasado de estar casi destruida en 1366 a ser premiada por el rey con el importante título de ciudad en 1490.

Comentamos sin embargo algunas ideas clave que nos permitirán tener más clara la singularidad alicantina y sus por qués: hemos de recordad de nuevo que la Gobernación de Orihuela nace de un acto real, de la voluntad de un rey, Jaime II, que quiere que este territorio fronterizo del sur dependa directamente de él.

Esto le da a nuestras tierras una posición especial, generando una ambigua relación de dependencia-pero-no-tanto de la ciudad de Valencia comparado con el resto del Reino y creando un especial vínculo con el rey, que aún era más acusado en el caso de la ciudad de Alicante por su condición militar estratégica y su portentoso puerto.

A mi modo de ver desde siempre, y más aún tras la unión dinástica de los Reyes Católicos que se casaron en 1469, la función de Alicante ciudad ha sido más determinada de facto por Castilla. A pesar de estar políticamente encuadrada en el reino de Valencia y sobre todo tras la unión dinástica de Fernando e Isabel, la economía y la posición geográfica de Alicante lo hacían depender mucho más de Castilla.

Recordemos que esta paradoja tiene una explicación antigua, que marca el sentido de tierra-afuera-y-adentro de Alicante dentro del Reino de Valencia: la gobernación de Orihuela fue en un primer momento la parte nord-este del reino de Murcia, que quedó dentro de la Corona de Aragón del 1296 al 1304/5. No estaba previsto que la terreta se organizara desde el Reino de Valencia que había creado Jaume I, y que se cerraba por el sur en las montañas de Alcoy, en la famosa línea de Biar-Busot del tratado de Almizrra del 1244.

Pero claro, recordemos que la Corona Catalano-Aragonesa no había podido quedarse el reino de Murcia entero. El rey de Portugal, en un gesto salomónico, decidió cortar el antiguo reino de Murcia en dos (sentencia arbitral de Torrellas de 1304) y claro, la «pieza alicantina», la gobernación de Orihuela, era demasiado pequeña para constituirse en reino propio. Por eso se decidió anexionarla al contiguo reino de Valencia aunque siempre quedó como una «pieza excéntrica», que aunque se valencianizó nunca acabó de cuadrar del todo en el Reino de Valencia.

Esto fue especialmente cierto para la ciudad de Alicante y no tanto como veremos en otros posts para las ciudades de Orihuela y Elche, más afines por diversos motivos a la ciudad de Valencia y a la idiosincrasia foral del reino.

Pasamos a la segunda parte de este post donde nos centraremos en el crecimiento del puerto de Alicante en los siglos XVI y XVII. Ya desde el siglo XVI aproximadamente podemos afirmar que estamos ante el tercer puerto de la monarquía hispánica, solo superado por Sevilla y Cádiz. Sin embargo, es importante comprender qué tipo de comercio y estructura social generaba el puerto de Alicante.

Tengamos en cuenta de nuevo que Alicante era clave por ser, gracias a su conexión con Castilla a través del corredor del Vinalopó, un gran punto de redistribución entre las tierras de la meseta (de Castilla llegaba sobre todo la lana) y el resto de Europa y del mundo. Siempre vivió la rada alicantina marcada por la demanda de Castilla y por una élite de comerciantes europeos extranjeros, que controlaban los mercados.

Estos agentes foráneos se vinculaban a las oligarquías locales que controlaban el ayuntamiento al facilitarles la exportación del producto estrella de la huerta local: el vino fondillón. Las élites alicantinas eran propietarias de las mejores tierras de la huerta y se beneficiaban del trasiego mercantil del puerto.

Alicante en el siglo XVII

No obstante, hay que tener en cuenta que casi siempre (por ejemplo en 1667) la importación representaba el doble del volumen de la exportación. La balanza comercial era negativa en un Alicante que no generó una economía local sólida y careció de manufacturas propias, no obteniendo las bases para una futura industrialización.

Estamos, por lo tanto, ante una ciudad cosmopolita, abierta pero muy dependiente de la situación internacional: cuando la monarquía hispánica intensificaba las ofensivas contra los Países Bajos, Inglaterra o Francia el comercio descendía en intensidad y la ciudad de Alicante sufría.

Vayamos concluyendo por hoy: lo que me interesaba destacar hoy en este primer post sobre el Alicante de la edad moderna es como la particularidad sur de la Gobernación de Orihuela dentro del Reino de Valencia por su situación geográfica y su incorporación tardía al Regne se vio aún más potenciada en el caso de la ciudad de Alicante por su carácter de puerto principal de Castilla al mediterráneo.

Todo ellos nos situará frente a una ciudad única, que vivirá su máximo esplendor en el siglo XVIII, viendo incrementada su población y poderío económico. En la siguiente entrada de este blog analizaremos el potencial de la huerta alicantina y su especial conexión con el magnífico puerto de Alicante. Gracias por leerme amigos, estamos en contacto 😉

Por Antonio Adsuar

*Fuentes principales: «Historia de la ciudad de Alicante»,VVAA, publicaciones del Ayto. de Alicante, 1990, tomo III, «Jurisdicción y propiedad de la tierra» A. Arberola, publiaciones de la UA, «Alicante en el siglo XVIII», E.Giménez, ed. Alfons el Magnànim.

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2 comments

  1. APA Responder

    Molt breument, tres darrers posts.
    La clau és la paraula claredat.
    Es dibuixa molt bé la fletxa temporal i hom se’n adona fàcilment l’entrellat de tot el riu d’esdeveniments.
    Felicitacions,
    APAA

    1. librosen Responder

      Gràcies per el comentari sobre la claredat!, seguirem amb la història de la terreta