EL NACIMIENTO DE LA GENERALITAT Y EL HÍPER-LIDERAZGO DE VALENCIA

Por Antonio Adsuar Hola a todos. Esta noche se queman las hogueras de Sant Joan. Nosotros aquí seguimos, reflexionando sobre la historia alicantina. Hoy lo haremos de nuevo...

Por Antonio Adsuar

Hola a todos. Esta noche se queman las hogueras de Sant Joan. Nosotros aquí seguimos, reflexionando sobre la historia alicantina. Hoy lo haremos de nuevo analizando la forma en que se construyó el Reino de Valencia.

¿Otro post sobre Valencia?, me dicen algunos. Sí amigos…no se puede comprender la configuración histórica de la terreta sin entender cómo se ha desarrollado la historia del antiguo reino, siempre tan marcado por su ciudad capital.

El palacio de la Generalitat

Para pensar Alicante se debe pensar Valencia. Pretendo volver a demostrarlo con este post en el que me centraré en la creación de una institución clave: la Generalitat Valenciana, que nació en las cortes de 1362-62. En la siguiente entrada de este blog sacaré las conclusiones alicantinas de aquello que explicaré hoy. Vamos a tajo pues…

Pocas comunidades políticas en la Península Ibérica han vivido más marcadas por su ciudad capital. La ciudad de Valencia da nombre al reino y a la lengua valenciana. Un valenciano es tanto un habitante del reino como un habitante de la ciudad…Valencia fue considerada «Cap i Casal» del regne, fue durante mucho tiempo «La» ciudad de nuestro cosmos político. El enorme peso de esta urbe en el proceso de creación de nuestra comunidad política incide en todos los aspectos de nuestra vida social a lo largo de su historia.

Hecha esta reflexión previa hablemos de la Generalitat y del peso de Valencia en su devenir a través del tiempo. ¿Qué es la Generalitat?, cabría responder primero. En un momento de guerra el rey Pedro IV de aragón necesita dinero urgentemente. Se acuerda en cortes (1362-63, como se dijo) la creación de un nuevo impuesto, «el general». Es un impuesto sobre el comercio y el consumo, una especie de IVA. Lo pagarán todos los ciudadanos, también los privilegiados.

Lo recaudará y gestionará «La Diputación del General», que es una comisión permanente delegada de las cortes. La Diputación, también conocida como Generalitat, pasa a ser una especie de representación permanente de los intereses del Reino. Recordemos que, a diferencia de lo que pasaba en Castilla, el patrimonio real de cada reino en la Corona de Aragón es diferente del del rey. Mientras que la Generalitat tiene una función fiscal, los funcionarios reales se encargan de las esferas militares y judiciales.

El rey Pedro IV

Un buen diseño apriori, que facilitaba la cooperación Rey-Reino en equilibrio. No obstante, como analizamos en el post justamente anterior a este, este entramado institucional ideal fue erosionándose durante el siglo XV. ¿Qué deriva tomó de facto la Generalitat con el andar de los años que impidió a mi modo de ver esta representación equilibrada del Reino?; veamos…

La ciudad de Valencia aspiraba a tener el monopolio en su relación directa con el rey. Por este motivo interpretó que la creación de la Generalitat le perjudicaba y se opuso a ella. ¡Llegó a pedir su disolución!; solo tras conseguir la capital el control de la Generalitat esta pudo consolidarse, adquiriendo carácter permanente en 1418, ya reinante Alfonso V el magnánimo, de la casa Trastámara.

Recordemos que la época del magnánimo es la gran era de la ciudad de Valencia como cabeza de la expansión mediterránea de la Corona de Aragón. La gran urbe vive su momento de máximo esplendor y la corte de los reyes se asienta permanentemente en la ciudad del Turia.

El pacto entre la Corona y la ciudad de Valencia es total y la Generalitat es precisamente una de sus instrumentos clave: ella es la encargada de la recaudación de impuestos; estos se arriendan a terceros a cambio de una parte de lo recaudado. Gracias a esta fórmula las élites burguesas locales ganan mucho dinero financiando las guerras mediterráneas expansivas de la monarquía.

Valencia fue la auténtica ciudad-banco de los Trastámara, el corazón financiero de su imperio. A cambio de este apoyo los reyes permiten que Valencia controle el territorio de realengo. Valencia podía cobrar impuestos en otras ciudades como Sagunto o Cocentaina y convocar en armas a las demás urbes si así lo deseaba. La independencia municipal de las otras ciudades quedaba cortocircuitada y la representación política del conjunto del reino sufría con el híper-liderazgo de Valencia.

Las familias ricas de la ciudad de Valencia se van alternando en el poder: unos años unas familias dominan el consell (ayuntamiento) y otros los mismos mandatarios pasan a la Generalitat. El dominio de la capital sobre el conjunto del Reino hacía que este fuera menos reivindicativo frente al monarca. Los intereses de las clases altas de la ciudad de Valencia estaban muy ligados al rey y por ello la Generalitat Valencia fue menos beligerante que la Generalitat de Cataluña en el siglo XV.

Se observa por lo tanto un arquitectura institucional más compleja que en Castilla, con separación entre el patrimonio real y el del reino. No obstante, el sentido comunitario del «regnum» queda claramente desvirtuado por el excesivo peso de la ciudad capital.

En nuevas entradas de este blog explicaremos el desarrollo de la Generalitat durante la edad moderna (siglos XVI a 1707, cuando fue abolida); tengamos en cuenta que únicamente hemos tratado hasta aquí algo más que su primer siglo de vida. En el siguiente post analizaré las repercusiones de la creación de la Generalitat para el Alicante-Sur/Gobernación de Orihuela.

Un reflexión más propia y valorativa para terminar: creo que no debemos caer en una excesiva crítica de esta configuración particular de las instituciones del Reino de Valencia, podríamos caer en el anacronismo. El liderazgo de Valencia es constitutivo y permitió la pervivencia y desarrollo del Reino.

Sí nos puede permitir esta reflexión histórica, no obstante, comprender mejor dinámicas estructurales que se han ido desarrollando a lo largo de lo siglos. ¡Buenas hogueras a todos! 😉

Por Antonio Adsuar

*Fuentes principales: J.L. Villacañas “La monarquía hispánica”, ed. Espasa, J.L. Villacañas «Historia del poder político en España», ed. RBA, V. Baydal «Els valencians, des de quan son valencians?», ed. Afers i A.Furió “Història del País Valencià”, ed. 3 i 4 y Rafael Narbona, articles publicats al diari «El mundo» el 9 d’Octubre del 2018.

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