EL QUE PARTE Y REPARTE: ¿QUIÉN SE QUEDA ALICANTE?, TRATADO DE 1304

Por Antonio Adsuar Aquí estamos de nuevo amigos, ¿Qué tal?, En el último post hablamos de la ocupación del castellano reino de Murcia por parte del rey aragonés...

Por Antonio Adsuar

Aquí estamos de nuevo amigos, ¿Qué tal?,

En el último post hablamos de la ocupación del castellano reino de Murcia por parte del rey aragonés Jaime II el justo, que se dio de 1296 a 1304. Aprovechando las guerras civiles de Castilla la corona catalano-aragonesa rompió la barrera que se impuso al pactar con este reino en 1244, extendiendo sus dominios más allá del muro de montañas de la zona «Alcoy-Denia», que Jaime I el conquistador había concebido como dique de contención de los posibles ataques al reino de Valencia desde el Sur.

Ahora Aragón ya ha dado el salto al llano que se extiende desde la huerta de Alicante hacia el río Segura y controla las tierras murcianas hasta Lorca. La Corona de Aragón era más compacta y se aprovechaba así de una Castilla mayor en superficie y población pero más caótica en lo político.

Mapa físico de la provincia de Alicante: nótese el contraste entre el norte montañoso y el llano del sur

Sin embargo, gracias al buen gobierno de la regente María de Molina la minoría de edad del rey castellano Fernando IV va siendo más llevadera y este rey se hace fuerte en el trono frente a sus rivales los infantes de la Cerda. Fernando pacta con la Granada islámica y Aragón teme un ataque conjunto castellano-musulmán.

Jaime II comprende que el momento político demanda paz con Castilla y acepta parlamentar. Aunque es el rey aragonés el que lleva la iniciativa y decide cuándo le conviene la violencia y cuándo le interesa el acuerdo, su papel de árbitro de Castilla tiene también sus límites.

¿Qué forma tomará este nuevo acuerdo?: en este caso es el rey portugués Dionís el agente conciliador, mostrando hasta que punto los reinos hispánicos forman un sistema totalmente interdependiente. El convenio se conocerá de hecho como «Sentencia arbitral de Torrellas» (1304).

El rey Dionís de Portugal

¿Qué señaló como adecuado en este caso el árbitro, el monarca portugués?: el reino de Murcia se partirá en dos, quedando la parte al norte del río Segura, exceptuando Guardamar y Cartagena, para los aragoneses y el resto para Castilla. Más tarde, gracias al acuerdo de Elche de 1305, Castilla ganaría Cartagena, que reclamaba por ser un importante puerto mediterráneo, sobre todo teniendo en cuenta que no podría contar ya con la excelente dársena de Alicante.

De esta forma se estableció la actual frontera entre las actuales provincia de Alicante y Región de Murcia, generando la relativamente paradójica división política de una zona llana fácilmente conectada por la geografía a través del cauce del Segura.

La zona aragonesa de Alicante-Elche-Orihuela-Guardamar quedaría anexionada ahora al reino de Valencia. Era un territorio demasiado pequeño para sustentar un reino propio pero tampoco acababa de encajar en el alargado Reino de Valencia. Recordemos que Jaime II había previsto que esta zona del Alicante-sur/Alicante de las palmeras formara parte no del reino de Valencia, sino de un reino de Murcia independiente dentro de la Corona de Aragón.

Fechas de incorporacion de los territorios al Reino de Valencia

Por este motivo, reconociendo el carácter especial de estas tierras sur-alicantinas, se creó una entidad política diferenciada dentro del territorio valenciano, llamada la «procuración de Orihuela», especialmente militarizada dado su peligroso carácter de frontera con Castilla y los musulmanes, y más directamente dependiente del rey por estos mismos motivos.

Por su parte Castilla no se mostró en modo alguno satisfecha y nunca aceptó realmente la partición del reino de Murcia. Lucharía sin cesar por recuperar las tierras del Alicante-sur que, por este motivo, vivirían incluso después del pacto de Torrellas más de 60 años de guerras continuas.

Las tierras alicantinas no descansaban, el desacuerdo y la violencia hispánicas no las dejaban asentarse ni consolidar una economía y una etnoformación claras. La maldición conferida por su condición de moneda de cambio desde el tratado de Tudillén de 1151 no acabó en modo alguno con el pacto de 1304. ¡Seguimos!.

Post escrito por Antonio Adsuar

*Fuentes principales: JL. Villacañas «La monarquía hispánica», ed. Espasa i J.M. Del Estal, “Historia de la provincia de Alicante”, tomo 3, ed.Mediterráneo.

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1 comment

  1. APA Responder

    Com sempre, estas, !literalment!, fent historia.
    I la nostra ja es veu que és prou complicada.
    Salutacions i avant Alicantinismo!