ELCHE EN LA EDAD MODERNA (Y 2): AUGE Y CAÍDA DE LA INDUSTRIA JABONERA

Por Antonio Adsuar Hola a todos, Hoy voy a ofreceros el último post de la serie dedicada a Elche en las edades Media y Moderna. Nos centraremos en...

Por Antonio Adsuar

Hola a todos,

Hoy voy a ofreceros el último post de la serie dedicada a Elche en las edades Media y Moderna. Nos centraremos en este texto que os presento ahora en los aspectos económicos y en su relación con el desarrollo de los acontecimientos políticos y sociales, ya analizados en las dos entradas inmediatamente anteriores de este blog.

Permitidme que inicie la propuesta de hoy recordando algunos datos políticos básicos en el devenir ilicitano: Elche fue conquistada por Castilla en primer lugar, siendo ciudad castellana durante algunas décadas del siglo XIII. Más tarde, en 1305, pasó a formar parte de la Corona de Aragón.

Desde 1471 la villa fue a pertenecer a un señor castellano, Gutierre de Cárdenas. Debido a estas dinámicas sociales la ciudad y su término vivieron profundas contradicciones, ya que las diversas autoridades proponían dos modelos de desarrollo económico y social muy diferente: el defendido por la villa y su concejo-ayuntamiento, más centrado en una economía manufacturera protegida por los fueros, y el modelo castellano, impulsado por el señor y más afín a una agricultura exportadora.

Prontamente la balanza se decantó en favor del señor, al no prosperar la revuelta de las Germanías (1519-23) que fue sofocada por el rey Carlos V. La derrota agermanda permitió a la familia Cárdenas pactar con ciertas élites de Elche e ir imponiendo paulatinamente su visión de la vida económica, aunque no fue hasta finales del siglo XVII cuando esta victoria acabó por socavar totalmente la producción proto-industrial de Elche. Centrémonos en la esfera económica con más detalle.

En primer lugar, hemos de hablar de la agricultura y hablar de ella es, siempre y con más motivo en nuestras áridas tierras, hablar de las formas de obtención del agua. Elche cuenta con un término municipal bastante grande, que, bien irrigado, producía abundante trigo y aceite.

Las guerras de los ilicitanos con los demás pueblos del corredor del Vinalopó por las aguas de este exiguo río son centenarias y cainíticas. Se sabe que ya en 1315 el infante Don Juan Manuel, otro señor castellano, le otorgó a Elche el privilegio de traer agua de Villena, villa también de su propiedad.

Ya en la avanzada fecha de 1632 se empezó a construir un destacado embalse para mejorar el suministro del líquido elemento. Pero la verdadera clave del despegue industrial de la ciudad de las palmeras pudo haber sido la producción de jabón.

En Elche se contaba con aceite de buena calidad, que se usaba para elaborar jabón. En el siglo XVI y en la primera mitad del XVII el ayuntamiento de Elche, gracias a la autonomía y el poder que le otorgaban los fueros del Reino de Valencia, protegió la producción de jabón, marcando un precio fijo que fomentó su producción (esta tarea la asumió en concejo ilicitano ya no se generó un gremio entorno a la elaboración de este producto).

Elche pudo acabar siendo Marsella y liderando la producción jabonera en el sur de Europa. No obstante el peso del poder señorial llevó a la economía ilicitana por otros senderos. Ya bastante avanzado el siglo XVII esta economía de la manufactura del jabón decae, imponiéndose poco a poco la práctica de la exportación de aceite en bruto.

Una economía basada en la agricultura y la venta de sus productos sin elaborar, más acorde con los usos castellanos, se acaba sustanciando. A la nobleza local y a la familia Cárdenas le interesa fomentar este tipo de actividad, más centrada en la especulación y más ventajosa para los terratenientes locales.

Estos productos sin manufacturar salen por el imponente puerto de Alicante (no siendo el pequeño puerto situado en el Cap de l’Aljub de suficiente entidad) y la élite local ilicitana va emparentando con comerciantes alicantinos. Familia y negocios se fusionan y el jabón es damnificado como resultado de esta ecuación social.

La transformación económica que estamos describiendo se acelera a finales del XVII y apenas encontramos ya manufactura jabonera en el siglo XVIII, una centuria que, no obstante, será económicamente espléndida para el Reino de Valencia en su conjunto y para Elche en particular.

Sin embargo el boom económico y poblacional del setecientos tendrá su base en una agricultura orientada al mercado que verá aumentar enormemente la superficie cultivada. A todo ello se sumarán los efectos políticos de los Decretos de Nueva Planta, que, desde 1707, acabarán totalmente con unas leyes e instituciones forales propias que antaño había servido para promover la manufactura en general, notablemente la del jabón.

Pero del XVIII hablaremos pronto amigos, que eso es harina de otro costal. Cuidaos y nos leemos pronto! 😉

Por Antonio Adsuar

*Fuentes principales: VVAA «Elche, una mirada histórica», P. Ibarra, «Historia de Elche», J. Serrano Jaén «Una convivència truncada, els moriscos al senyoriu d’Elx (1471-1609) y «Señores y propietarios» P. Ruiz Torres.

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1 comment

  1. APA Responder

    Sabó a Elx! Qui ho diria!
    Molt interessant la pugna Cárdenas – Furs
    Molt esclaridor!