HACIA EL COMPROMISO DE CASPE DE 1412: CONSECUENCIAS DE LA IMPLICACIÓN HISPÁNICA DE ARAGÓN

Por Antonio Adsuar Buenas tardes amigos, En esta tranquila tarde de domingo retomo nuestra historia de Alicante donde la dejé, en 1366. He ordenado y recopilado notas de...

Por Antonio Adsuar

Buenas tardes amigos,

En esta tranquila tarde de domingo retomo nuestra historia de Alicante donde la dejé, en 1366. He ordenado y recopilado notas de numerosos libros y, tras muchas reflexiones y trabajo, tengo abundantes entradas de este blog preparadas. Os voy a contar los avatares de nuestro Alicante desde 1366 a 1490 (edad media, fase II lo denominaré), esto es, hasta el final de la edad media. Arrancamos.

Trataré de resumir en un párrafo lo sucedido en la terreta desde 1151 hasta 1366 (edad media, fase I). Recordemos que Alicante había sido moneda de cambio entre la Corona de Aragón y de Castilla durante 200 años.

Finalmente, y después de ser conquistado el Alicante sur-Alicante de las palmeras por el Alfonso X el sabio de Castilla, todos los territorios de la actual provincia había acabado unidos desde 1305 al Reino de Valencia: eso sí, con una personalidad política e institucional propia en su parte meridional, la procuración-gobernación de Orihuela, más mixta en lo poblacional y dependiente del obispado castellano de Cartagena.

¿Cómo le fue a Alicante desde el final de la devastadora guerra de los 2 pedros (1356-1366), que estuvo a punto de destruirla para siempre?. Pues la verdad es que bastante mejor…he partido de una pregunta previa orientativa que me servirá de hilo conductor para construir el relato de esta «edad media, fase II»:

¿Cómo es posible que una urbe completamente destruida en 1366 pasara, solo 124 años después, a ser distinguida con el noble título de «Ciudad» por el rey Fernando el Católico?; Alicante pasó de la nada a recibir una distinción muy importante, que indicaba sin duda la gran prosperidad poblacional y económica que la villa había alcanzado.

Este es el misterio que hay que resolver, la resurrección y despegue brutal de Alicante en tan poco tiempo. Para comprender cómo fue posible este auge tan notable, debemos comenzar por entender el contexto hispánico global de la época. La deriva que tomó la política peninsular desde 1366 favoreció a Alicante.

Nos centraremos en este post en un acontecimiento mayor, que cambió el contexto hispánico enormemente: el compromiso de Caspe de 1412, que significó un cambio de dinastía en la Corona de Aragón. La casa que accedió a este trono fue la de Trastámara, precisamente aquella que la propia Corona catalano-aragonesa había conseguido entronizar en Castilla, al apoyar a Enrique II Trastámara en la ya analizada guerra de los 2 pedros (1356-69).

¿Fue esta coincidencia casual?, en modo alguno. Caspe y su resultado son la otra cara de la moneda de la guerra de los 2 pedros. Recordemos que Cataluña, la auténtica arquitecta y directora de la política de la Corona de Aragón, siempre había tratado de mantener a la temible Castilla ocupada en guerra civiles para poder dedicarse al Mediterráneo. Fue esta idea, esta voluntad de implicación en la política hispánica, la que la llevó siempre a apoyar a ciertos candidatos al trono castellano.

La propia unión con el Reino de Aragón en 1137, cuyos motivos profundos ya examinamos, había ligado radicalmente desde bien antiguo a los territorios catalanes con las dinámicas de poder peninsulares. Apostar por el candidato castellano Enrique II Trastámara conllevó unir a la casa gobernante en la federación catalano-aragonesa, la casa de Barcelona, mediante el matrimonio de Juan de Aragón con Leonor de Trastámara, con la dinastía de origen castellano.

Este matrimonio posibilitaba una ulterior llegada de los Trastámara al trono de la Corona de Aragón, hecho que permitiría a una sola dinastía gobernar los dos principales reinos hispánicos, como finalmente sucedió en 1412.

Este sistema de poder panhispánico, totalmente interdependiente, tendía a una cada vez mayor unión. Esta se llevó a cabo mediante una fusión de sus élites, sin que se diera una convergencia de pueblos, como ya vimos.

La efectiva toma del poder por parte de los Trastámara, tanto en Castilla como en Aragón, que facilitaría el matrimonio de los Reyes Católicos (1469), los 2 de la familia Trastámara, fue la eventual manera en que este espacio político hispánico acabó convergiendo.

Cataluña, por lo tanto, ya no pudo disponer totalmente de su destino, dadas estas dinámicas políticas y esto cambió el equilibrio de poder en la federación catalano-aragonesa, que hasta el momento ella había liderado.

En este contexto, con la muerte en 1410 de Martín I el humano, se extinguía la Casa de Barcelona. El tiempo histórico se abrió y aparecieron nuevas condiciones de posibilidad.

¿Qué papel jugaron los Reinos de Aragón y Valencia, el Principado de Cataluña, Castilla y el papado en este decisivo impasse histórico?, ¿Qué repercusiones tuvo el cambio de dinastía en el conjunto del Reino de Valencia y, en particular, en Alicante?. Desvelaremos la incógnita en el siguiente post, pronto en vuestras pantallas. ¡Saludos y adelante!

Por Antonio Adsuar

*Fuentes principales: J.L. Villacañas “La monarquía hispánica”, ed. Espasa, J.L. Villacañas «Historia del poder político en España», ed. RBA.

In this article

Join the Conversation

1 comment

  1. APA Responder

    A lo vist la llançada d’en Beltran Dugesclin sobre el cos del rei don Pedro fou com una profecia: Trastàmara forever. Sempre hem hagut de demanar ajut als gavatxs.
    Molt bon post, i n’estic segur que serà la capçalera dels vinents posts on els trastamarians campen a sus anchas.