LA DESAMORTIZACIÓN EN ALICANTE(1833-40): UNA NUEVA ÉLITE

Por Antonio Adsuar Hola amigos y feliz año 2021!, Esperemos que esta época que da comienzo sea mejorar para nuestro Alicante y para el mundo, ojalá que así...

Por Antonio Adsuar

Hola amigos y feliz año 2021!,

Esperemos que esta época que da comienzo sea mejorar para nuestro Alicante y para el mundo, ojalá que así sea :). Nosotros, mientras quedamos desando que todo se calme, seguimos explicando los sucesos más importantes del siglo XIX en la terreta.

Ya comentamos en el post anterior las primeras tareas que nuestra re-instaurada Diputación acometió desde su re-creación en el año 1833. Hoy os voy a hablar de un proceso fundamental para la centuria decimonónica: la desamortización de Mendizábal.

Un desamortización consiste en el embargo de las tierras no cultivadas o «muertas» (de ahí lo de des-amortizar) por parte del Estado y su posterior venta a particulares para que las pusieran en cultivo.

La desamortización que puso en marcha el ministro de hacienda Mendizábal, que comenzó a llevarse a cabo en los años 1836-37, fue clave por dos aspectos:

a)Políticamente este proceso de «robo» y venta de tierras por parte del Estado, casi todas propiedad de la iglesia, sirvió para fundar una nueva élite, como después precisaremos

b)Al comprar la tierra fundamentalmente la clase burguesa económicamente avanzada y una capa de nobles más modernos e interesados en cultivar la tierra, la agricultura comenzó a ser comercial y a generar el capital básico para realizar la revolución industrial española.

Observemos lo ocurrido con más detalle: el 1833 murió el último rey absolutista, Fernando VII. Enseguida aparecieron dos bandos el liberal o Isabelino, que apoyó a la futura reina Isabel II y a su  madre regente, María Cristina, y el bando carlista o absolutista, que apoyaba como rey a Carlos, el hermano de Fernando VII.

La primera de las tres guerras que se dio entre estas dos facciones se desarrolló de 1833 a 1840 y fue vencida por los liberales-isabelinos. ¿Cómo se incardinó el proceso desamortizador en el contexto de estas batallas políticas y cómo afectó concretamente a nuestra Terreta? Pasemos a verlo!

Las clases que apoyaban a la reina Isabel era liberales, como ya dijimos. Estos grupos surgieron de una fusión de burgueses conservadores y de nobles modernos. Ambos estaba de acuerdo en dejar atrás el antiguo régimen y en lo económico eso suponía dejar atrás el feudalismo y acceder a las tierras no cultivadas y ponerlas en producción.

Fueron ellos y no el pueblo los que accedieron a las propiedades que el Estado robó a la iglesia. Fueron muy pocos los que pudieron comprar; el profesor Glicerio Sánchez Recio nos da las cifras: de 1837 a 1854 el 5’7% de los compradores adquirieron en 56% del valor de lo subastado y el 76% del valor acabó en manos de únicamente 22 personas.

Estamos ante una oligarquía cerrada que protagoniza una verdadera «revolución pasiva»; nada que ver con la revolución francesa, más radical y real, que acabó repartiendo las tierras entre los campesinos.

En Alicante hemos de destacar, entre otros, la desamortización de 4 conventos (por ejemplo el convento de la Santa Faz) y en Orihuela, antigua y clásica capital de nuestra terreta y con gran peso de la iglesia al haber sido sede espiscopal desde 1564, nada más y nada menos que 13 conventos.

Como observamos las tierras más afectadas por la desamortización de Mendizábal fueron las de la Vega Baja del Segura. El clero, poderoso en aquellas contradas sureñas de nuestra provincia, se resistió a estas confiscaciones apoyando la causa carlista.

En estas tierras de la huerta numerosos campesinos, que había recibido sus tierras de la iglesia sobre todo a partir de principios del siglo XVIII con las repoblaciones de las llamadas Fundaciones Pías del Cardenal Belluga, apoyaron las reivindicaciones eclesiásticas, lógicamente.

De esta manera, podemos observar como se concreta en la Terreta la lucha a nivel de toda España por la configuración de un nuevo régimen político-económico. La ciudad de Alicante y su nobleza modernizada y burguesía dinámica, surgían vencedores de la lid.

No obstante, las fuerzas de la iglesia, asentadas en su poder de siglos, no dará la guerra por perdida como veremos en posteriores posts. Los más espabilados señores feudales supieron aprovechar la coyuntura histórica y pasaron a ser propietarios, acompañados de una burguesía pujante, que veía en la posesión de la tierra un signo egregio de distinción social.

Lo dejamos aquí hoy, seguiremos informando. ¡Feliz año 2021 de nuevo y a más leer!

Por Antonio Adsuar

*Fuentes principales: «Historia de la provincia de Alicante», ed. Mediterráneo, «Historia de la ciudad de Alicante», ed. Ayuntamiento de Alicante (1990), G. Sánchez Recio, «La desamortización de Mendizábal en la provincia de Alicante», ed. Juan Gil Albert

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2 comments

  1. APA Responder

    Arribàrem a on anàvem: el segle dèneu.
    Encara som fills del segle XIX, tot i haver passat tanta cosa al XX i al XXI.
    Les ferides de la societat espanyola de hui no s’han curat del tot dels revulsius anys del XIX.
    Açò és molt intens i important per a la definició de l’ànima del nostre territori. Ara anem disfressats del segle XXI, però les arrels, el que jau al fons del fons, són aquelles.

    1. Antonio Adsuar Responder

      Exacte, el XIX és la base de tot…o a mi m’ho pareix per ser el meu segle favotir
      Gràcies per comentar 🙂