SIGLO XVIII (1): EL CENTRALISMO FRANCÉS Y CARTESIANO

Por Antonio Adsuar Saludos a todos #AlicanteLovers, Feliz 9 de Octubre, fecha festiva que me permite tener tiempo libre para escribir este post. Aunque hoy me toca hablaros...

Por Antonio Adsuar

Saludos a todos #AlicanteLovers,

Feliz 9 de Octubre, fecha festiva que me permite tener tiempo libre para escribir este post. Aunque hoy me toca hablaros del inicio del muy especial e interesante siglo XVIII, me permito por ser la celebración del día de la Comunidad Valenciana recomendaros mi post «Alacant al Regne de València, una nova identitat».

En la entrada de hoy mi objetivo es compartir con vosotros el inicio del siglo XVIII en su contexto hispánico. Os aviso que, una vez más, vamos a cometer una temeridad: trataré de resumir todo este intrincado siglo en solo 2-3 posts. Espero que llegue la nave a buen puerto y quede un texto coherente. Manos a la obra pues…

Batalla de Villaviciosa, 1710

El setencientos español comienza con un hecho crucial: la muerte sin descendencia de Carlos II el hechizado, de la dinastía de los Austrias, en 1700. Justo al girar del siglo entramos en un crisis dinástica que llevará a la Guerra de Sucesión española (1700-1714). Por extensión y enfoque no relataré los hechos de este episodio bélico. Únicamente diré que se enfrentaron la dinastía Borbón, con el pretendiente Felipe d’Anjou, contra el Archiduque Carlos de Austria.

Finalmente el candidato Borbón se alzó con la victoria y se instauró una nueva casa real en España. Con el tratado de Utrecht de 1713 la nueva monarquía quedaba como una potencia europea media, al perder en beneficio del archiduque Carlos muchas posesiones italianas. El país ya no será un grande del viejo continente pero el canje dinástico abre un nuevo tiempo al ser un punto de inflexión que permite la modernización del país de la mano de una dinastía francesa y por tanto centralista, cartesiana y reformista en lo económico.

Estos cambios trajeron enormes consecuencias en la política interior, que es la que nos interesa más por afectar a nuestro Alicante. Aunque hubo grupos tanto populares como nobiliarios que apoyaron a ambos bandos en el Reino de Valencia, en su conjunto los territorios de la Corona de Aragón se decantaron con más claridad por el pretendiente austracista, que prometió seguir manteniendo la estructura compuesta de la monarquía hispánica que permitía a nuestros reinos de la Corona de Aragón mantener sus leyes, instituciones y cortes propias.

Al ser derrotada esta opción el rey vencedor Felipe V de Borbón, aprovechó para decretar por «justo derecho de conquista» la abolición de los fueros y privilegios de la Corona plural, no así las de los de los territorios vascos y navarros que, al haberle sido fieles, conservaron sus leyes propias.

El conjunto de leyes de carácter supresor que afectaron a la Corona catalano-aragonesa fueron denominados «Decretos de nueva planta» y fueron promulgados desde 1707 a 1716.

En este post solo describiré de modo general las consecuencias de la nueva planta; Me detendré mucho más en sus consecuencias concretas en los posts sobre Alicante. ¿Qué significaron los Decretos de nueva planta desde el punto de vista territorial?.

En primer lugar, nace el Reino de España y ya no se usará el nombre de Monarquía hispánica. También ven la luz las cortes españolas. Las cortes en este siglo XVIII no tienen ningún poder, el rey absoluto controla todas las esferas de la política de forma total. 2 ciudades valencianas estarán representadas en estas cortes generales: Valencia y Peñíscola.

Tengamos claro no obstante que el Reino de Valencia deja de existir como cuerpo político propio y diferenciado. Aunque nuestro territorio se sigue denominando «Reino de Valencia» no es un Reino a efectos políticos sino solo una parte de una monarquía unificada. A finales del XVIII se usará para denominar a esta demarcación la palabra «provincia» pero en un sentido muy distinto del que adquiere el vocablo con la reforma posterior de 1833.

Felipe V

Se ha dicho en muchas ocasiones que los decretos de nueva planta significaron una extensión de la ley y costumbres castellanas a la Corona de Aragón. Creo que esto debe ser matizado. En realidad lo que hizo la dinastía francesa fue implementar prácticas racionalistas venidas del país galo disfrazándolas de tradición castellana.

Castilla vivió siempre un déficit histórico de creación de derecho y, como dijimos, los Decretos de nueva planta eran meramente abolicionistas. Por todo ello los primeros años se sufrió mucha confusión legislativa en la Corona de Aragón ya que no estaba claro qué derecho había de aplicarse en mucha materias.

También se afirma comúnmente que la guerra de Sucesión significó el dominio por parte del pueblo castellano de los pueblos de la Corona de Aragón. Creo que esta afirmación no se ajusta a la realidad. Sí es cierto que las formas de gobierno de Castilla se extendieron a la Corona de Aragón pero el agente conquistador, aquel que trató a la corona federal como una colonia y a sus ciudadanos como súbditos fue el Estado de los borbones.

No hubo una invasión y dominación de tipo popular-castellana. La nueva monarquía extendió las formas de poder castellano simplemente porque le resultaban más favorables a su centralismo despótico y estatal. Evidentemente el resultado fue una imposición política; no obstante las medidas aplicadas, como veremos más adelante, ayudaron paradójicamente a las tierras de la Corona de Aragón a modernizarse y a crecer más económica y poblacionalmente.

El resultado fue una periferia más moderna pero sin poder político frente un Estado situado sobre una meseta pobre y despoblada.De esta manera, el siglo XVIII vio en nacimiento de una de las paradojas estructurales más duraderas de la reciente historia de España.

Además cabe tener en cuenta que nuestro país quedó además muy ligado a Francia; fue demasiado dependiente del país vecino en la esfera de la política internacional. No en vano el artífice de la victoria borbónica y de la instalación de su nieto Felipe V en el trono de España había sido en gran rey sol, Louis XIV de Francia (1643-1715).

Esta subordinación, que nos recuerda a la gran influencia francesa en la Península Ibérica desde tiempos medievales, se concretó con los llamados «Pactos de familia» (1733, 1743 y 1759/88), alianzas en las que Francia llevaba la voz cantante, siendo España un satélite galo a todos los efectos.

Vamos concluyendo: como hemos podido ver el siglo XVIII viene marcado por una ruptura histórica muy grande con los 2 siglos anteriores, caracterizados por la monarquía plural de los Austrias. En el próximo post comentaremos las reformas de Carlos III y las mejoras económicas de un país que se debatía entre la ilustración y la tradición y entre la economía moderna y las remóras de los siglos anteriores.

Espero que os haya gustado el post! un saludo

Por Antonio Adsuar

*Fuentes principales: J.L. Villacañas “La monarquía hispánica”, ed. Espasa, J.L. Villacañas «Historia del poder político en España», ed. RBA, J.L. Villacañas «Imperio, Reforma y Modernidad» Ed. Escolar y Mayo, L. Diéz de Corral «El pensamiento político europeo y la monarquía de España», ed. Alianza, «La España moderna», E.Giménez (coord), ed. Maior y «Las españas vencidas del siglo XVIII», E. Lluch, ed. Crítica.

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